Con la ilusión de subir a la cima del Teide, el pico más alto de España y uno de los "super-volcanes" de la tierra, arrancamos el coche desde Villaflor para subir el puerto (muy bonito) hasta el teleférico, una media hora de recorrido al amanecer en el que vamos ascendiendo y cambiando de paisaje en un recorrido que dan ganas de parar cada poca distancia para hacer fotos.
Pero alto, un momento, recibimos un mail de la reserva del teleférico indicando que por motivos meteorológicos se cancela y no funciona el mismo… para al poco rato recibir otro indicando que se restablece el servicio…
UFFFFFF!!!!
Finalmente llegamos al teleférico y allí nos indican que todas las rutas arriba están cerradas por hielo, incluida la subida a la cima, para la cual teniamos una reserva.
Nos indican que como máximo podemos estar 1 hora en el mirador de llegada del teleférico y luego tendremos que bajar.
Con una cierta rabia pero también alegría por subir, ascendemos hasta los 3500 metros donde nos deja el teleférico.
Una vez allí, el mirador es bastante grande y tras preguntar a varios guardias decidimos esperar "lo que haga falta" a ver si hay suerte y abren alguna de las rutas superiores o la subida al pico.
Aprovechamos para hacer unas cuantas fotos, intercambiar opiniones con varios grupos de personas e incluso tomar un café de máquina, todo un lujo de 2 euros a 3500 metros de altitud, y mucho más barato que en Starbucks!.
El sol es radiante y solamente de estar allí notamos una flojera importante en las piernas, definitivamente se nota uno mismo muy extraño en semejantes alturas, incluso subir 3 escalones hace que tengamos que respirar mucho más.
En nuestra espera no deja de sorprendernos la cantidad enorme de gente que sube, incluso en vaqueros o zapatos de tacón a un lugar donde hace -7 grados de temperatura y que a pesar de estar muy bien acondicionado, no deja de ser un punto peligroso.
Finalmente tras casi 3 horas abren la ruta superior al Pico Viejo, un cráter más impresionante que el propio Teide, y de hecho el causante de la última erupción en la isla no hace tantos años…
Al abrir la ruta salimos en manada por ella cual cabras que llevan 1 semana atadas. Son 800 metros de recorrido muy bien preparado y cómodo llevando el calzado adecuado.
Desde el mirador final se puede optar por descender hasta el parador en lo que indica casi 6 horas de caminata, pero también se puede observar el impresionante paisaje que domina la parte superior del cráter del pico viejo.
Allí disfrutamos durante un buen rato, intercambiando opiniones con unos cuantos senderistas que han hecho el recorrido andando desde la parte inferior salvando los más de 1000 metros de desnivel y que llegan con el aliento justo para contarlo, aunque alguno incluso se atreve a subir al cráter!!
Tras comer un par de bocadillos que nos saben a gloria (pedimos en el hotel de Vilaflor que nos preparasen mientras desayunabamos, y fueron 5 eur por un picnic con 2 bocadillos, botella de agua y botella de zumo).
Tras un rato decidimos volver al teleférico a ver si tenemos suerte y han abierto la subida a la cima, sin embargo hoy no es nuestro día, definitivamente no abren esa ruta hasta el día siguiente, con lo que siendo ya las 15h decidimos bajar para hacer alguna ruta corta en la base.
Una vez abajo cogemos el coche para buscar el inicio de la ruta hacia el cráter superior y al menos hacer un tramo, y allí se para al lado nuestro un chico inglés y nos pregunta si por ahí se llega arriba… a lo cual respondemos que sí, pero que es un poco tarde para hacer esa ruta, son casi 6 horas y se le va a hacer de noche subiendo… pero nada, el chico está empeñado en subir y allí que sale hacia arriba mientras nosotros andamos un rato por un planeta llamado marte…
En un rato de espera en la parte superior del teleférico hemos visto en el Tripadvisor que la atracción número 1 de Tenerife era la "Cueva del Viento", con una nota de 5 puntos, por delante del mismisimo Teide. Llamamos para ver los horarios y nos dicen que todo eso hay que hacerlo online, incluso las reservas, por lo que entramos en la página web y vemos que hay hueco para el día siguiente a las 10.30 de la mañana.
Ya tenemos plan para el día siguiente, ahora solamente queda buscar un alojamiento cerca y bajar el Teide hacia esa zona, eso sí, aprovechando para conocer otra vertiente más.
Dicho y hecho, mientras poco a poco va cayendo el sol bajamos por la vertiente que da a los acantilados de los Gigantes, desde donde hay unas vistas muy buenas del Teide y Pico Viejo. Además, paramos en uno de los múltiples miradores donde hay un pequeño cráter al cual subimos con un buen grupo de gente para ver el anochecer sobre el mar y las nubes.
Subiendo Sa Talaia con el mar de testigo