CIMA | AT12 |
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BIG | 472 |
En el corazón de Alicante, se encuentra uno de los puertos más desafiantes y menos accesibles, reservado para ocasiones muy especiales: la subida al B.M. Aitana desde Tudons. Este puerto se ha consagrado como un referente en la Vuelta a España en dos ocasiones, no solo por su dificultad técnica, sino también por la exclusividad de permitir el paso solo en circunstancias muy específicas. La subida desde Tudons, contando con algo más de 6 km de longitud, presenta un desnivel acumulado que requiere casi 40 minutos de constante esfuerzo.
Miguel Ángel Granero, a bordo de su Cannondale Supersix EVO equipada con Shimano Ultegra Di2, se embarca en esta impresionante aventura ciclística. Junto a él, su amigo Santos, con quien comparte la pasión por el ciclismo y la artesanía de medallas para eventos cicloturistas de prestigio como Quebrantahuesos y la Mallorca 312. Santos empezó en el mundo del ciclismo durante la pandemia y ha encontrado en este deporte una pasión que va más allá del ejercicio físico.
El trazado del puerto se caracteriza por tramos abiertos a las inclemencias del tiempo, sin la protección de árboles, lo que deja al ciclista expuesto a las ráfagas de viento que llegan desde la costa. Aunque el día presenta cierta calima, se puede entrever el espectacular paisaje que normalmente acompaña a este recorrido. Esta carretera, excepcionalmente bien asfaltada, te recuerda al mítico Mont Ventoux en su tramo final, con un entorno bastante lunar y pedregoso.
Con una pendiente media cercana al 8%, y algunos puntos superando el 10%, el ascenso exige al ciclista una gestión minuciosa del esfuerzo y el desarrollo adecuado. La falta de herraduras y un recorrido casi rectilíneo presenta un reto adicional que no se debe subestimar. A pesar de ello, quienes logran alcanzarlo disfrutan del privilegio de rodar por donde pocos pueden hacerlo, un rareza en Alicante que deja una marca perdurable en el ciclista.
La meta, cerca de una base militar con restricciones especiales, ofrece una vista única que compensa el esfuerzo realizado. El silencio solo es interrumpido por la suave brisa y el ocasional sonido de las bicicletas en el camino. Este destino no es solo un paso más en el recorrido, sino una consagración del esfuerzo y la dedicación al ciclismo. Con su categorización de dificultad, es un destino invaluable para cualquier amante del ciclismo en busca de nuevas metas. La calima pudo haber opacado las vistas del día, pero nada puede empañar la satisfacción de conquistar este puerto icónico.
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