Coll de Rates + Tossal dels Diners

El Coll de Rates es uno de esos puertos que cualquier ciclista amante de las escaladas debe conocer. Con su inicio en la pintoresca población de Parcent, situada en Alicante, este puerto destaca no solo por su popularidad en la plataforma Strava, sino también por ser un lugar frecuentado por ciclistas profesionales durante la pretemporada. Las suaves pendientes de los primeros kilómetros conducen gradualmente a un desafío más notable con una media de inclinación alrededor del 7%.

Sobre dos ruedas, la experiencia del Coll de Rates no termina con el simple ascenso. Una vez alcanzada la parte superior, en un esfuerzo adicional, los ciclistas llegan al Tossal dels Diners, una espectacular cumbre marcada por un tramo final de tres kilómetros con una media del 10% en su inclinación. Este esfuerzo adicional lleva a los ciclistas a disfrutar de una vista panorámica única del valle y, en días despejados, incluso de las islas de Ibiza y Formentera en el horizonte.

A lo largo del camino, la ruta se encuentra salpicada de sombras de los árboles, proporcionando un alivio bienvenido contra el sol abrasador que en ocasiones supera los 31 grados. Los ciclistas advierten sobre la necesidad de llevar suficiente agua para mantenerse hidratados, ya que el calor, combinado con el esfuerzo de la subida, puede hacer la experiencia aún más desafiante.

La carretera, bien pavimentada en su mayoría, cobra notoriedad por la falta de señalización kilométrica, lo que a menudo deja a los ciclistas midiendo sus esfuerzos a través de las rampas engañosas y las pocas secciones de descanso disponibles. Sin embargo, el puerto cuenta con un gran encanto y un grado de accesibilidad que lo ha convertido en un favorito para muchos, desde principiantes hasta ciclistas más experimentados que buscan un lugar para sus series de entrenamiento.

Entre las novedades del día, los ciclistas tienen la suerte de encontrarse con un viejo conocido que los acompaña por un tramo del ascenso, añadiendo a la experiencia el valor de la buena compañía. A medida que alcanzan las vistas despejadas desde el Tossal dels Diners, muchos no pueden evitar contemplar la belleza del paisaje, con sus rascacielos visibles en la lejanía de Benidorm, mientras se preparan para la intensa y corta rampa final que completa la subida.

El puerto, con su mezcla de paisaje y reto físico, se describe como un destino ideal para el entrenamiento ciclista, especialmente durante el invierno cuando los profesionales buscan climas más templados para prepararse. Al acercarse a la cima, la brisa marina sirve para paliar el calor, haciendo que la experiencia sea más llevadera y dejando a los ciclistas con un sentido de logro y satisfacción tras coronar este pintoresco desafío alicantino.