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En el corazón de Alicante se encuentra Morró Blau, también conocido como El Castellet, un puerto de montaña desafiante que ofrece increíbles vistas desde sus alturas. Este puerto se accede desde el embalse de Guadalest, aunque encontrar el camino no es del todo sencillo, ya que es necesario bajar al embalse y subir desde Callosa.
El puerto cuenta con rampas que alcanzan hasta el 22% de pendiente en algunos tramos, lo que lo convierte en una auténtica prueba de resistencia para los ciclistas. Desde el inicio, el camino cambia de asfalto a cemento, ofreciendo una mezcla de texturas mientras se adentra en un entorno natural espectacular, con abundante arboleda que proporciona sombras refrescantes, ideales para el calor del verano.
Con más de 460 metros de desnivel en menos de 4 kilómetros, Morró Blau se presenta como un reto, con una pendiente media que se aproxima al 12%. Aquí es crucial contar con una bicicleta bien equipada, tal como la Colnago CLX 3.0 que se menciona, con un desarrollo adecuado para enfrentar sus exigentes inclinaciones.
Durante la subida, la vegetación se extiende a lo largo del recorrido, brindando un paisaje que no deja indiferente a quienes osan enfrentarse a sus rampas. A medida que se avanza, las vistas de la Sierra de Aitana y el embalse de Guadalest se convierten en una recompensa para el esfuerzo realizado.
Quienes deseen enfrentarse a este gigante alicantino deben ser conscientes de la dureza del recorrido y planificar adecuadamente el desarrollo de su bicicleta, asegurándose de llevar una relación adecuada como un 34-36, que les permita superar cómodamente los tramos más empinados.
Al llegar a la cima, la recompensa es inigualable: unas impresionantes vistas panorámicas hacen que el sacrificio haya valido la pena. Morró Blau es sin duda una de las ascensiones más exigentes de Alicante, comparable en dureza al conocido 'Mas de la Costa' en Castellón, pero con un encanto y una belleza únicas que lo convierten en una experiencia altamente recomendable para los ciclistas más atrevidos.
Este tipo de retos nos permiten descubrir puertos menos conocidos, pero de una belleza y desafío incomparables. Anima a los apasionados del ciclismo a buscar nuevas aventuras y disfrutar del paisaje que solo rutas como estas pueden brindar. Así, Morró Blau se alza como un destino ideal para quienes buscan no solo un desafío físico, sino también una conexión especial con la naturaleza y la satisfacción de conquistar uno de los puertos más duros de Alicante.
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