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Ubicado en la provincia de Teruel, el puerto Rocha de la Santa es una joya poco conocida para los ciclistas que buscan un desafío en medio de un entorno espectacular. Con su inicio en la CV-349 y un paisaje que cambia al entrar a Teruel, este puerto ofrece una subida de 9 kilómetros, alcanzando casi los 1,488 metros de altitud. La carretera cuenta con un asfalto aceptable, ideal para disfrutar tanto subiendo como bajando hacia Manzanera, aunque esta última es menos favorable debido a su estado algo desgastado.
El entorno del puerto es predominantemente mediterráneo, rodeado de naturaleza con poca afluencia de tráfico, lo que lo convierte en un lugar perfecto para el ciclismo recreativo y la desconexión. Desde Abejuela, hay una fuente a la entrada del pueblo para refrescarse antes de comenzar el ascenso. Rocha de la Santa se destaca por una media de pendiente del 4,8% y una máxima del 10%, haciendo que, aunque no sea excesivamente duro, mantenga al ciclista en alerta.
Durante la travesía, Carlos Garcés y Miguel Ángel Granero comparten la ascensión y entrevistan a Carlos, quien relata su intensa pasión por el ciclismo que comenzó desde niño con sus primeras bicis. Carlos también narra su transición al mountain bike en los años 90 y su experiencia compitiendo en rutas como la Trans Calderona. En una charla amena, menciona cómo se introdujo en el ciclismo de carretera gracias a una grupeta llamada "Los Rat Penats" que lo llevó a explorar nuevas rutas.
Esta subida no solo destaca por su paisaje y desafío ciclista, sino también por los momentos de reflexión y disfrute personal que ofrece el ciclismo en solitario, o el camino de Santiago, otro reto personal que Carlos ha experimentado. Estas aventuras evidencian la similitud entre superar un puerto de montaña y la travesía hacia uno mismo, donde cada pedalada es una oportunidad para conectar con el entorno y el esfuerzo físico y mental.
El puerto hacia Abejuela concluye con una serie de curvas y pendientes que desafían pero no desmoralizan, dejando un recuerdo memorable para quienes buscan saborear cada tramo del recorrido. Este puerto es una experiencia única que invita a disfrutar cada aroma del viento y cada rayo de sol sobre las montañas de Teruel.
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