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La subida al Santuari de Cura desde Llucmayor es una de las rutas más fascinantes de Mallorca, ideal para ciclistas que buscan un desafío enriquecido con vistas panorámicas inigualables. Esta vertiente es una de las tres que alcanzan el Santuari de Cura, un puerto que es parte del prestigioso reto CIMA.
La ruta inicia en Llucmayor, y aunque el comienzo es suave, la subida realmente comienza a desafiar a los ciclistas a partir del segundo kilómetro. Aquí, el recorrido empinado y las curvas constantes suponen un verdadero reto. Durante esta sección, los ciclistas son llevados por un camino lleno de herraduras que ofrecen un dinamismo único a la experiencia de ascensión. Si bien la altimetría muestra una media de inclinación del 5,8%, hay tramos con pendientes que alcanzan el 15%, exigiendo una excelente gestión del esfuerzo.
Durante la subida, Miguel Ángel Granero tuvo la oportunidad de compartir tramos del recorrido con Marcos, un cicloturista austriaco. Este momento fue una manifestación del carácter internacional del ciclismo y del poder de este deporte para conectar a personas de diferentes nacionalidades y culturas en un ambiente de camaradería. Marcos expresó su admiración por el clima de Mallorca y la belleza de sus rutas, destacando la diferencia con el entorno alpino de su país natal.
La calidad del asfalto en la subida está en buen estado, lo que junto a las magníficas vistas del Mediterráneo acompañan a los ciclistas en su esfuerzo hacia la cima. En la sección final de la ruta, las condiciones del terreno se tornan menos exigentes, permitiendo disfrutar plenamente del entorno natural. Esta montaña provee una experiencia muy completa, combinando la dificultad técnica con un entorno paisajístico impresionante. Coronando el puerto, el Santuario de Cura ofrece un lugar sereno y perfecto para reflexionar sobre el recorrido realizado.
Finalmente, para todo aquel que visite Mallorca, el Santuari de Cura es una subida que no se debe pasar por alto. Es una experiencia que aúna esfuerzo físico y belleza natural, convirtiéndose en un imprescindible en el currículum de cualquier ciclista apasionado por los desafíos en montaña.
Conquistando Achada do Teixeira, el desafío final.
Camino Arbolado en el Muro di Sormano, con la carretera poco concurrida