En la provincia de Valencia se encuentra uno de los puertos de montaña más bellos y menos conocidos, el Cinto la Cabra. Situado en un rincón escondido, este puerto ofrece una experiencia única a aquellos ciclistas que se aventuran a descubrirlo. El recorrido se inicia desde la localidad de Jarafuel, y para llegar al punto de partida, es necesario superar un puerto previo, lo que añade un toque de exclusividad a la ascensión.
Con una longitud de tan solo 6 kilómetros, Cinto la Cabra presenta una pendiente media del 7%, aunque con tramos que alcanzan el 13%. A pesar de ser un puerto de corta distancia, su belleza radica en su trazado sinuoso y bien asfaltado, adornado con quitamiedos de madera que le otorgan un ambiente especial. A lo largo del ascenso, los ciclistas se ven inmersos en un entorno lleno de arboledas que ofrecen sombra en días soleados, con temperaturas que pueden rondar los 30 grados.
El puerto, aunque no excesivamente duro, requiere un estado de forma medio y una planificación adecuada respecto a la hidratación, puesto que no hay fuentes disponibles a lo largo de la subida. También es importante destacar la casi inexistencia de tráfico, lo que permite disfrutar del trayecto con mayor tranquilidad, aunque siempre se debe tener precaución ante la posible aparición de vehículos.
El pavimento del puerto es relativamente reciente. La necesidad de dar salida a la población de Cortes de Pallás tras un desprendimiento en la carretera principal llevó a su asfaltado. Esto ha convertido al Cinto la Cabra en un paso obligado para aquellos que buscan rutas alternativas por la zona.
Durante la subida, los ciclistas son recompensados con vistas panorámicas del valle de Cofrentes-ayora. A medida que se avanza, el paisaje se vuelve cada vez más majestuoso, ofreciendo escenas llenas de árboles y naturaleza virgen que, afortunadamente, ha escapado a los incendios de las últimas décadas.
En resumen, el Cinto la Cabra es un puerto que, aunque no reconocido entre los retos ciclistas más populares, atrapa a quienes lo visitan y se convierte en uno de los favoritos para los amantes de las ascensiones. Aquellos que lleguen a su cima encontrarán continuaciones hacia Cortes de Pallás o Vigor. Esta subida es una oportunidad magnífica para quienes deseen disfrutar de un entorno espectacular y un recorrido estimulante.
Carretera algo rota subiendo al Tomillar
Escultura de Cabra en The Silent Route en Los Degollaos, Teruel