Querol

El puerto de Querol, ubicado en Castellón, nos ofrece un recorrido apasionante para cualquier amante del ciclismo. Esta ruta comienza en la ermita de la Vallivana y se extiende a lo largo de nueve kilómetros que alcanzan una altitud cercana a los 995 metros. El trazado inicial puede parecer un poco monótono, con su recta y ancha carretera nacional, sin embargo, conforme avanzamos, el paisaje se va tornando más atractivo y entretenido.

La primera mitad del puerto es un tanto sencilla, con pendientes suaves que invitan a mantener un ritmo constante, a pesar de que el tráfico de la nacional 232 puede ser un factor a considerar. Sin embargo, la carretera está diseñada para soportar el tránsito de camiones, lo que hace que rodar sea seguro y cómodo gracias a un arcén amplio y bien asfaltado.

Una vez dejamos atrás esta parte de la ruta, nos adentramos en la sección más sinuosa y espectacular del puerto. El entorno cambia significativamente, ofreciéndonos un camino más estrecho y retorcido, ideal para disfrutar de la emoción del ciclismo de montaña. Aquí nos rodean hermosas vistas que se hicieron todavía más accesibles gracias a las recientes obras en túneles y viaductos, que permitieron optimizar el tráfico y disfrutar plenamente del ascenso.

El tramo final del puerto de Querol nos regala zonas nuevas donde el tráfico es casi inexistente, permitiendo apreciar más las curvas del antiguo camino. Aunque el puerto no presenta grandes desniveles, y no sube de los 995 metros, su constancia y las mejoras en su estructura lo han convertido en un lugar muy especial para el ciclismo de la zona. Además, siempre es posible encontrarnos con alguna cabra montesa que añade un toque salvaje a esta experiencia.

También se mencionó en el recorrido que el entorno es propicio para disfrutar de la naturaleza, con la posibilidad de observar estructuras de hierro que destacan por su particular diseño en zonas donde el terreno no permitía edificar directamente. Esos detalles convierten la escalada en una aventura que, si bien exigente en algunos tramos, es accesible para la mayoría de ciclistas.

Para concluir, el puerto de Querol es una joya ciclista de Castellón, una subida llevadera que a pesar de comenzar con un tramo en carretera nacional, recompensará a quien se atreva a escalarla con sus paisajes y la tranquilidad de su segmento final. A pesar de presentar poco tráfico, es fundamental hacer el recorrido con cautela disfrutando del buen asfalto y las vistas. Una experiencia que recomendamos para aquellos ciclistas interesados en rutas nobles, con un componente turístico y visual que las hace únicas.