Gran San Bernardo

Impresionante y desafiante, el puerto del Gran San Bernardo, ubicado entre las fronteras de Italia y Suiza, se alza como una auténtica joya para los amantes del cicloturismo. Con un recorrido total de 35 kilómetros y un desnivel cercano a los 1900 metros, esta ascensión es un reto considerable que desafía a cualquiera que quiera enfrentarse a sus pendientes moderadas pero continuas.

Iniciando el trayecto desde Aosta, el puerto lleva a los ciclistas por una ruta alternativa que atraviesa encantadores pueblos, evitando así las carreteras más concurridas y ofreciendo paisajes espectaculares y tranquilidad, ideal para quienes prefieren disfrutar del paisaje mientras pedalear.

A medida que la altitud aumenta, las vistas se tornan cada vez más impactantes, ofreciendo un panorama magnífico de las montañas nevadas. Especialmente, los últimos 10 a 12 kilómetros del recorrido ofrecen un deleite visual incomparable, con curvas de herradura que zigzaguean a lo largo de la montaña y un entorno cada vez más frondoso.

El puerto del Gran San Bernardo es popular en la comunidad cicloturista, no solo por su longitud y demanda física, sino también por la recompensa al llegar a la cima: un hermoso lago y la vista a un enclave idílico que justifica cada gota de sudor invertida para conquistarlo. El viaje no siempre es fácil y requiere una excelente gestión del esfuerzo, pero sin duda, el paisaje y la experiencia hacen que cada pedalada valga la pena.

Con una historia de ascensiones épicas, quienes han tenido la suerte de subirlo aseguran que, aunque es un puerto menos explotado en el ámbito profesional debido a su localización fronteriza, es una parada obligada para los cicloturistas en el corazón de los Alpes.