Cruz de Benidorm

La ascensión a la Cruz de Benidorm es una experiencia única para los amantes del ciclismo que desean enfrentarse a un reto en un entorno inigualable. Esta subida comienza prácticamente desde la misma arena de las playas de Benidorm, adentrándose en un recorrido de aproximadamente 2.5 kilómetros, caracterizado por un exigente desnivel de 210 metros y tramos que superan el 10% de inclinación. Un desafío ideal para ciclistas que buscan probar su resistencia en puertos cortos pero intensos.

El ambiente de la ciudad de Benidorm acompaña durante los primeros compases de la subida, ofreciendo un atractivo telón de fondo con sus edificios a orillas del mar Mediterráneo. Conforme se avanza, las vistas se tornan cada vez más espectaculares, permitiendo a los ciclistas disfrutar de una perspectiva única de la bahía que se extiende a sus pies. La Cruz de Benidorm aparece como un faro al final del recorrido, ofreciendo un punto de referencia que motiva a continuar durante todo el ascenso.

La escalada, aunque es corta en extensión, demanda un esfuerzo constante que pone a prueba la preparación física y mental de los ciclistas. La recomendación para enfrentar este tipo de rampas es utilizar un desarrollo adecuado, como una relación 34x28, que permita mantener un ritmo constante y regular sin sufrir en exceso. Para los ciclistas que se inician en el mundo del ciclismo de montaña, esta ruta puede ser un desafío perfecto para evaluar su progreso y adaptabilidad a terrenos más exigentes.

Durante la subida, se entrevista a Miguel Ángel Granero, quien comparte su experiencia al intentar capturar la belleza del recorrido en 360 grados. Relata cómo en su primer intento se equivocó en uno de los cruces, lo que le impidió completar la grabación ese día. Sin embargo, en esta ocasión, siguiendo un track previamente preparado, logra completar el ascenso sin inconvenientes. Granero también comenta sobre la posibilidad de realizar un Everesting en este puerto, dada su inclinación y las condiciones del tráfico, aunque advierte que podría no ser lo más conveniente debido al tránsito de la zona.

Finalmente, llegar a la Cruz representa un triunfo para el ciclista, con la recompensa de unas vistas inigualables de la Sierra de Bernia y del impresionante paisaje costero. La belleza del entorno se ve acentuada al estar grabado en 360 grados, ofreciendo una experiencia inmersiva tanto para quienes lo escalan en persona como para aquellos que disfrutan del recorrido virtualmente.